NUEVA ESPECIE BOTÁNICA LOCALIZADA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
La noticia no sería un tanto curiosa, de no ser por sus prometedoras aplicaciones y la historia de su localización.
Se trata de una especie de altramuz, una leguminosa que se consume en países pobres y que la característica novedosa de esta variedad es su adaptación a terrenos más secos y calizos. Por ello puede provocar la mejora genética de especies agrícolas que palien el hambre en ciertas zonas del planeta.
La historia de su localización es curiosa pues se cuenta, que un cazador de la localidad de LLombay (Ramón Jorge Perpiña), observó que las perdices acudían asiduamente a una planta a comer, allí tenía la caza garantizada, era una planta que no había visto antes por lo que recogió alrededor de medio kilo de semillas pensando en difundir la planta en ciertos sitios para favorecer los puntos calientes de caza. Esto ocurrió hace unos 20 años, pero esa idea no la materializó el cazador.
Las semillas quedaron en el olvido hasta que acudió a unos cursos de agricultura y desveló que tenía unas semillas raras; trajo unas cuantas y el monitor (Joseph Roselló) perteneciente al Centro de Experimentaciones Agararias de Carcaixent, las llevó al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias I.V.I.A , donde se sorprendieron del hallazgo, anduvieron investigando con especialistas en la materia con la misma institución madrileña (IMIA, Higinio Pascual), Universidad Politécnica de Madrid (José María Iriondo, experto en el género) y lograron germinar unas de esas semillas.
A la nueva planta la denominaron Lupinus mariae-josephi, pero al ir a describir su hábitat, se encontraron con que el lugar de origen era desde hace 10 años una pedrera y no había ni rastro de la planta.
Podía haberse extinguido, así que requirieron al cazador sus preciadas semillas para intentar planificar una recuperación de la planta. Estas semillas lograban germinar en un porcentaje muy bajo y morían al trasplantarse, quizá por el excesiva edad de las simientes.
En el IVIA estaban desesperados, por lo que decidieron volver a la pedrera a rastrear en círculos cada vez mayores. Finalmente se encontraron a varios km de allí, ya en término de Montserrat (Sierra de Besorí), hasta 400 ejemplares de la citada planta. Se han identificado, e incluso se les ha puesto un precinto alrededor de las vainas de las semillas para que no caigan al suelo y poder recolectarlas antes de su germinación.

Esta es la bonita historia del ahora conocido como Altramuz de la Ribera, pues la zona de hallazgo pertenece a la llamada Ribera Alta del rio Júcar (Llombai, Monserrat, Picassent y Real de Montroy). El nombre se lo pusieron en memoria de la colaboradora valenciana Maria Jose Soria, que había fallecido recientemente.
Al parecer las Universidades de Oxford y Reading están interesadas por el hallazgo.